CINCO RACIONES AL DÍA, LA RECETA PARA LA MOTIVACIÓN INTRÍNSECA

En nutrición se habla de que para estar sano es conveniente consumir cinco raciones de fruta y verdura al día. Vamos a hacer una analogía entre la salud y la motivación.

La motivación sería un ejemplo de ejercicio óptimo en área laboral. Algo de lo que nos responsabilizamos nosotros como individuos y no exigimos a la organización que nos la proporcione. Al igual que tomamos como propio el objetivo de mantener a tono la salud, estar motivados es una labor que requiere entrenamiento personal e intransferible.

Una tarea de la que podemos disfrutar mucho si echamos mano de un viejo secreto. Se puede tener mucha diversión centrándonos en el propio trabajo en sí, y no en los beneficios que nos puede reportar. Esto ayuda a que nuestro día a día tenga más sentido porque las actividades de cada jornada son un auténtico deleite. No sólo el bonus o los beneficios que pudiéramos recibir a fin de año.

Dicho así, en frío, pudiera parecer un lavado de cerebro, un consuelo para aceptar de manera elegante la resignación de una situación incómoda, e incluso, una tontería descomunal.  Pero, ¿qué es lo que deseamos obtener de nuestra vida? ¿El bonus anual o un bonus cada día?

Para conseguir ese bonus diario un método muy útil es incorporar las cinco raciones. Cinco raciones motivadoras que nos dan vidilla, que nos alegran, que nos dan poderío… llevar las cosas a nuestro terreno y no dejarnos engullir por las cosas. ¿Cómo? Cambiando el foco de lo que no nos gusta y centrándonos en las acciones que nos aportan valor y en las que aportamos valor.

Todos nosotros tenemos algo que nos hace únicos e irrepetibles. Puede ser desde cantar de una manera determinada, empatizar con los niños, pegar un chute espectacular con el balón o hacer rosquillas deliciosas.  Eso está ahí y estará siempre, es un tesoro que podemos compartir con nosotros y con los demás. Y lo mejor de todo, es que realizando estas acciones nos sentimos realmente bien, y nuestra actitud cambia. Si cada jornada nos proponemos dedicar un momentito de cada día a cinco cosas de estas, nuestra vida en valor global, va a cambiar. Nuestra actitud va a cambiar. Nuestra motivación estará ahí.

El cerebro se centra en esas cosas que nos alegran y poco a poco aprende a dejar de lado aquellas cosas que nos inquietan. Eso sí, tras un período en el que hayamos realizado un plan para incorporar esos elementos que tanto nos aportan en nuestras actividades diarias.

Si nos gusta la música, dediquémonos un rato a disfrutar de nuestros temas favoritos. Si nos gusta el deporte, lo incorporamos a nuestros planes. Si nos gusta reírnos, busquemos nuestro chiste del día. Cada uno tenemos nuestras aficiones y las cosas que nos encantan. ¿Cuáles son las actividades que alimentan tu motivación intrínseca?

Reflexiona unos momentos y escríbelas en un papel. Una vez lo hayas realizado, piensa de nuevo, ¿cómo las puedes incorporar en tu agenda?

¿En qué momento?

¿Cuándo es más apropiado?

¿Qué puedes hacer exactamente?

Dentro de ti tienes las respuestas. Y si incorporas las cinco raciones, tu salud-motivación, aumentará. Hay que tener constancia y proponerse introducir esos elementos nuevos para crear un hábito, pero la vida profesional se enriquecerá y la personal también.

¿Qué cinco raciones puedes introducir en tu vida para tener más motivación? Piénsalo.

Y si además, logras llevarte alguna de ellas directamente al trabajo, esa motivación repercutirá directamente en tu rendimiento. Serás más fuerte en el puesto laboral. Las amarguras de la profesión serán mucho más fáciles de superar, porque así tendrás tus neuronas adiestradas para enfocar el escenario desde tus fortalezas, desde tu poderío, de una manera más creativa.

¿No te lo crees? ¿Cómo se siente uno cuando deja de hacer las cosas que le gustan? ¿Cómo se siente uno cuando resulta ser engullido por una agenda en la que no hay cabida para las cosas que te dan valor?  ¿Cómo te sientes cuando acabas erradicando lo que te encanta?

Con las cinco raciones, esos cinco momentos de la jornada en lo que exploras tu parte más potenciadora, no te diluyes por la agenda. Vives las cosas, pero tú no acabas siendo erradicado. Al contrario, tu “yo auténtico” está más a flor de piel que nunca.

¿Qué plan tienes entre tus compromisos para integrar las cinco raciones de motivación al día? De estas pequeñas acciones depende que seas un gran profesional a expandir tu mejor faceta como profesional, y eso se produce mimando tu faceta personal. Porque, como individuos, hemos de conciliar ambas facetas.

Óscar Rollón

Coaching, Creatividad y Talento

www.oscarrollon.com